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sábado, 11 de mayo de 2013

Estudian la recuperación de espacios públicos en la ciudad de México



Se han revalorado los espacios públicos urbanos porque favorecen una mejor convivencia comunitaria y una mayor cohesión social: Alicia Ziccardi
Nuestros análisis muestran que en los espacios donde existe una sólida y democrática organización social, previo a la realización de esas obras, se fortalece el sentido de pertenencia y la convivencia comunitaria, afirma la investigadora
El Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial ha recibido diversos reconocimientos internacionales, entre ellos el Hábitat-ONU, que es el más importante premio que puede recibir una experiencia participativa en el mundo
El Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial debería de replicarse a nivel nacional, dijo la doctora Alicia Ziccardi, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
Foto: Arturo Orta/AMC.

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En estos tiempos pareciera que los espacios públicos como los parques, centros deportivos y de esparcimiento se encaminan a la extinción al ser sustituidos por espacios privados, como los grandes centros comerciales cuyo objetivo es consumir los productos que ahí se ofertan, investigadores provenientes de las ciencias sociales se han enfocado en investigar el papel que cumplen los espacios públicos en la sociedad.
“Se han revalorado los espacios públicos en los procesos de integración social porque estos entornos urbanos favorecen una mejor convivencia comunitaria, una mayor cohesión social y son un componente que hace efectivo el derecho a la ciudad”, de acuerdo con la doctora Alicia Ziccardi, directora del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Se estima que en el Distrito Federal el 62% de la población vive en pobreza, las delegaciones con mayores concentraciones son Tláhuac, Milpa Alta, Xochimilco e Iztapalapa. Los factores que se analizan para realizar estos cálculos son las dificultades que tienen sectores populares para acceder al suelo urbano y a una vivienda digna, a infraestructura básica de agua y drenaje, a equipamiento comunitario como centros de salud, de atención a la infancia, espacios deportivos y espacios culturales.
Contar con un espacio público en los barrios es una de las mediciones que toman en cuenta los científicos sociales a la hora de estimar la pobreza relativa de las poblaciones, término acuñado en 1979 por Peter Townsend, que permite valorar el acceso de los habitantes de determinado territorio a bienes y servicios públicos, más allá de los ingresos que un individuo pueda percibir por desempeñar determinada labor remunerada.
Ziccardi junto con Isabel Vázquez y Arturo Mier y Terán estudiaron el Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial (PCMB) implementado en 2007 por el gobierno del Distrito Federal: “Nuestras ciudades se encuentran fuertemente fragmentadas, por ello, el PCMB fue una experiencia socialmente innovadora y muy valiosa en el marco de una política de inclusión social que convocó a organizaciones sociales, comunitarias, vecinales e instituciones académicas interesadas en promover procesos participativos de mejoramiento o construcción de espacios públicos en pueblos, barrios y colonias”.
El programa tuvo la finalidad de financiar proyectos en zonas con altos grados de conflictividad social, degradación urbana o que estuvieran clasificados como de media, alta y muy alta marginación. Las propuestas debían surgir, de preferencia, en la misma comunidad con la finalidad de contrarrestar los elevados niveles de pobreza y desigualdad que existe en la sociedad mexicana y su territorio.
“Nuestros análisis mostraron que en los espacios donde existe una sólida y democrática organización social, previo a la realización de esas obras, se fortaleció el sentido de pertenencia y la convivencia comunitaria; mientras, donde sólo existían fuertes liderazgos y baja generación de consensos la transformación material del espacio no sólo no se modificó sino que podría crear nuevas condiciones de conflictividad”, comentó.
El Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial financió 213 proyectos en un periodo que comprende del año 2007 al 2011. Recibió diversos reconocimientos internacionales como el Premio Internacional de la Democracia Participativa, el Urban Age del Banco Alemán y el Hábitat-ONU, que es el más importante premio que puede recibir una experiencia participativa en el mundo.
De acuerdo con la investigadora el PCMB debería de replicarse a nivel nacional pues, entre otras cosas, evidenció las dificultades a las que deben enfrentarse los habitantes para convertirse en ciudadanos con capacidad de ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones en corresponsabilidad con el gobierno como transformadores de su entorno.

miércoles, 8 de mayo de 2013


Es buena la calidad del agua en el distrito federal

Estudios realizados en el Instituto de Geografía de la UNAM muestran que hay problemas muy puntuales que se pueden resolver
La desinformación acerca del tema ha llevado a una “política de terror” y ha causado que seamos el segundo país consumidor de agua tratada a nivel mundial

La calidad del agua se puede ver afectada por diversos factores como los usos del suelo, el descontrolado desarrollo urbano y, en ocasiones, la actividad agrícola poco tecnificada. 
También depende del tipo de roca que permita la infiltración de los contaminantes, por ejemplo, en el valle de México que antiguamente era una zona lacustre, las espesas capas de arcilla, por su muy baja o nula permeabilidad impiden el paso de contaminantes hacia el acuífero, lo que no ocurre en la en las zonas montañosas donde la conductividad de los materiales se incrementa por el tipo de roca porosa.
Para determinar la calidad del agua se utilizan indicadores como la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO5) y la Demanda Química de Oxígeno (DQO). Estos parámetros permiten reconocer la influencia de agentes tóxicos o que no son propios del agua, algunos de estos elementos “inorgánicos” indican la presencia de actividad humana o aportaciones importantes de aguas residuales que se han ido mezclando, de tipo doméstico, industrial o una mezcla de ambas.
Los estudios del Instituto de Geofísica en los que participa el Rodríguez han incluido análisis de elementos como metales, isótopos estables del agua (Oxígeno 18 y Deuterio) y algunos compuestos orgánicos.
La interpretación de los resultados químicos conjuntamente con las características geológicas, hidrogeológicas y de desarrollo urbano permiten conocer si existe algún proceso de contaminación antropogénica –influenciada por la actividad humana– o si se trata de una alteración natural; los resultados obtenidos indican que la calidad del agua está dada por el tipo de ambiente superficial y subterráneo que la rodea.
Uno de los objetivos de este proyecto es hacer una evaluación realista sobre la calidad del agua del sur de la cuenca de México “siempre ha habido una idea de que el agua del acuífero que abastece a la ciudad es mala; sin embargo, se comprobó que el agua es de buena calidad en la parte química, seguramente en los acuíferos más someros y más al sur de la Cuenca habrá problemas a nivel bacteriológico por la rápida infiltración de aguas residuales urbanas, sobre todo de asentamientos irregulares pero es un problema muy puntual, no es toda el agua subterránea ”, indicó el investigador.
El doctor Rodríguez señaló que la importancia de dar a conocer los resultados del proyecto es para terminar con la “política de terror” que se ha generado en torno al tema del agua, ya que gran parte de la gente no está informada, lo que ha generado que seamos el segundo país consumidor de agua tratada a nivel mundial.
Finalmente Ramiro Rodríguez sugirió, pensando en la gestión del agua, la construcción de un sistema tecnificado (así como el sistema de medición de la luz) que mida in situ el consumo del agua, que ofrezca mediciones exactas y cobros eficaces; ya que gran parte de la problemática es que la gente no paga y no se obtienen suficientes recursos para solucionar los problemas del mantenimiento, modernización y gestión del agua.
Además, se necesita crear proyectos que enfrenten los fenómenos meteorológicos extremos como la sequía y las inundaciones para reducir su impacto en la ciudad. En este tema se incluye la creación de un drenaje doble que separe el agua residual y el agua pluvial para facilitar su tratamiento y su reutilización.

martes, 7 de mayo de 2013

Reestructuración de rutas, tecnología y financiamiento, elementos básicos para nuevo modelo de transporte en Jalisco

Continúan foros de consulta pública para recabar propuestas


La modernización del transporte público tiene que pasar primero por una reestructuración integral de rutas, elegir adecuadamente la tecnología a utilizar y luego determinar los esquemas de financiamiento para cubrir un proyecto de renovación de unidades, señalaron especialistas en movilidad.
Al participar en el segundo foro como parte de la consulta pública a la que convocó la Comisión Mixta para el Nuevo Modelo de Transporte, Marta Patiño Gutiérrez, especialista en movilidad, compartió lo que consideró como fallas en el cambio de sistema de transporte en la Ciudad de México con el fin de que aquí no se repitan.
Ante el Secretario de Movilidad, Mauricio Gudiño, la experta planteó que como primer paso el gobierno debe tener un diagnóstico del estado del parque vehicular del transporte y emprender una real reestructuración de rutas; también se debe contar con un diagnóstico de la demanda de este servicio y en base a éste elegir la tecnología de las unidades.
Patiño Gutiérrez coincidió con otro expositor, Juan Carlos Terroba Dodero, presidente del Consejo de Administración de Financiera del Transporte Mexicano, en el sentido de que los empresarios transportistas necesitan ofrecer garantías para obtener financiamiento, y a tasas bajas.
Ambos consideraron que una decisión importante será que el mismo gobierno se ofrezca como garante, pues ello genera un clima de certidumbre para las empresas financieras.
Terroba Dodero indicó que por la experiencia acumulada en la transformación del sistema de transporte en la Ciudad de México, además de la reforma al marco legal, se necesita sobre todo que el gobierno genere un ambiente de confianza a los inversionistas.
Subrayó que si bien el inversionista necesita un marco legal favorable, exige también  contar con la garantía de que la normatividad se cumpla y, entre otros aspectos, que las concesiones no sólo se otorguen a particulares, sino también a personas morales, además de que para convertir a dichas concesiones en activos de las empresas, éstas sean gravables a través de fideicomisos de garantía.
El eje temático de este segundo foro público fue la modernización del transporte público, y además de la participación de especialistas en esta materia, también ciudadanos en lo particular o en representación de organizaciones presentaron sus propuestas en este tema.
Entre otras, se recibieron propuestas en el sentido de que, además de la reforma a la ley, se genere un nuevo reglamento más acorde a la realidad y que en su caso los nuevos corredores de transporte público se rijan por reglas concretas.
Se solicitó un diseño universal de accesibilidad a las unidades del transporte público para las personas con discapacidad; unidades con más ventilación; asignar a una persona que se dedique exclusivamente a cobrar el pasaje para evitar la distracción del chofer; que se consideren varios tamaños de unidades según los flujos de usuarios en cada zona, y que en lugar del Macrobús, se considere la opción del trolebús.

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