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sábado, 4 de agosto de 2012

Adiós a los glaciares en México

  • Nuestros volcanes muestran un claro retroceso
Ahora las formaciones de glaciares son mayores a los 5 000 metros sobre el nivel del mar.
Ahora las formaciones de glaciares son mayores a los 5 000 metros sobre el nivel del mar.
Foto: CENAPRED
Con las cumbres cubiertas de blanco, las tres montañas más altas de nuestro país, todas volcanes, sobresalen en el paisaje del Valle de México, Puebla y Veracruz. Pero en las últimas décadas el hielo glacial se ha ido derritiendo y desde hace más de diez años los glaciares en el Popocatépetl dejaron de existir.
Los científicos que realizan un monitoreo continuo de la actividad del volcán han sido testigos del retroceso de sus glaciares, hasta tener que declararlos extintos a finales del año 2000. Aún hay nevadas estacionales y remanentes de hielo que visten de blanco la cima, pero la pérdida de los glaciares preocupa a los expertos por los efectos que esto puede provocar.
Los glaciares se “alimentan” de la nieve que, a bajas temperaturas, se acumula y forma una masa de hielo que se desliza por la pendiente de la montaña. Cuando se derrite el hielo, además de la evidente disminución en extensión se pueden percibir otros cambios en el ecosistema.
“Como montañistas recordamos que a determinada altitud encontrábamos cierto tipo de flores, como ´las lupitas´, y hoy están invadiendo zonas más elevadas”, describe el doctor Hugo Delgado Granados, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias; “y por ejemplo, en el Paso de Cortés antes no había y ahora hay moscas”.

Por encima de los 5,000 msnm

Entre los factores que han provocado estos cambios están la variación de las condiciones climáticas a nivel local y global, la influencia de las zonas urbanas y la actividad volcánica. Las altitudes a las que las condiciones adecuadas de precipitación sólida y bajas temperaturas permiten la formación de glaciares son cada vez mayores a los 5,000 metros sobre el nivel del mar.
A estas alturas, los científicos estudian los glaciares de manera directa. Usan instrumentos especializados (como radares y GPS) que permiten medir la extensión, grosor y volumen; perforan el hielo para obtener muestras o colocar marcas para reconocer la precipitación sólida, e instalan estaciones meteorológicas para obtener datos sobre las condiciones climáticas de la zona y sus variaciones.
Pero el riesgo de estudio aumenta cuando los volcanes entran en una fase de actividad, como la que se inició en el Popocatépetl en 1994, porque incrementa el flujo de calor y hay caída de material caliente y ceniza, ayudando a acelerar la extinción de los glaciares.
Con métodos de percepción remota, fotografías aéreas y satelitales comparadas, se puede medir el área del glaciar y hacer algunas estimaciones de cuál es su volumen. De acuerdo con Delgado Granados, investigador del Departamento de Vulcanología en el Instituto de Geofísica de la UNAM, muchas veces los grandes glaciares pueden estar perdiendo espesor pero su retroceso no es evidente hasta que disminuyen en extensión. Como se advirtió en semanas pasadas en Groenlandia, en el mundo el hielo se está perdiendo en área y volumen.

 

Acelerado retroceso

El ciclo normal de los glaciares incluye una fase de ablación o fusión en la que parte del hielo se derrite y, aunque pierde masa, ayuda a la recarga de los mantos acuíferos. Los estudios señalan que, del lado de Puebla, el agua que proviene de los glaciares del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl no es mayor al cinco por ciento; sin embargo, en los valles sumamente poblados cualquier cantidad puede ser significativa. Al desaparecer, los glaciares dejan de intervenir en el ciclo hidrológico de la zona.
Como explica Delgado Granados, existe un lado positivo, pues junto a los glaciares desaparece o al menos disminuye uno de los riesgos volcánicos que más preocupaba a las autoridades. Los lahares son flujos de lodo que se forman cuando cae material incandescente que funde el hielo y arrastra escombros en un torrente que puede afectar a las poblaciones cercanas. “Aunque todavía hay hielo remanente en el lado norte del volcán, al extinguirse los glaciares prácticamente desaparece esta posibilidad”.
Desafortunadamente, en los volcanes mexicanos las condiciones ya no son adecuadas para que se vuelvan a formar glaciares, ni hay manera de detener su extinción. Las nevadas estacionales que los cubren de blanco pueden confundirnos, pero el hielo ya no se acumula ni permanece en la superficie, aun en lo más alto.
Hoy, los glaciares en el Iztaccíhuatl y el Citlaltépetl o Pico de Orizaba también presentan un notorio retroceso, dirigidos a desaparecer. Aunque de tamaño pequeño (comparados con otros glaciares), son importantes por ser los únicos en México y los únicos en todo el mundo que se encuentran en la latitud 20º norte.
Los glaciares son testigos y evidencia de los cambios en el clima a nivel local y global. Las zonas industriales y urbanas provocan variaciones en el régimen de temperaturas y precipitaciones. Pero los científicos se han dado cuenta que la desaparición de estas masas de hielo es la consecuencia de una combinación de factores, y con ello se pueden entender los efectos del cambio climático y el calentamiento global.
En todo el mundo, los glaciares muestran una tendencia generalizada a retroceder. Incluso los que ocupan grandes extensiones están desapareciendo como parte de un proceso natural, pero acelerado por los cambios provocados por la actividad humana.

jueves, 2 de agosto de 2012

Estudian tres especies de plantas invasoras

• Ecólogos generarán información de la distribución, abundancia y efectos sobre la biodiversidad de un zacate, un arbusto y una orquídea africana


Las plantas invasoras representan una de las mayores amenazas para la diversidad vegetal en México, pero no se cuenta con información suficiente de cuáles plantas exóticas pueden ser consideradas dentro de esa categoría.
Para llenar este vacío, investigadores del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM trabajan con ciertas especies y analizan sus efectos en los hábitats donde crecen.
El proyecto ‘Distribución, abundancia y efectos nocivos de tres especies de plantas invasoras’, surgió a partir de un diagnóstico que, en colaboración con el Instituto Nacional de Ecología, se hizo sobre la situación de esos organismos en el país, dijo Karina Boege Paré, investigadora del IE.
El actual proyecto se inició hace casi un año con financiamiento de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), y generará información de la biodiversidad del zacate buffel (Cenchrus ciliaris), del arbusto Tamarix ramosissima y de la orquídea africana Oeceoclades maculata.

Catalogación

No todas las plantas exóticas son invasoras. Para echar a andar el proyecto, los universitarios definieron que una en esas condiciones es aquella que irrumpe en una comunidad natural (no sólo un terreno baldío o la orilla de una carretera, sino también la selva caducifolia, la selva alta perennifolia o una zona específica como el Pedregal de San Ángel) y, además, tiene efectos nocivos, ya sea para la biodiversidad local, la economía o la salud humana.
En relación con una lista de 685 especies de exóticas, es decir, que no son originarias del país, Boege Paré y sus colaboradores consultaron a 67 expertos en florística, y encontraron que 250 han sido observadas en al menos una comunidad natural, lo que las define como invasoras (esta información puede consultarse en www.unibio.unam.mx/invasoras/).

martes, 31 de julio de 2012

Entregan 56 Millones de Vacunas a Avicultores de Jalisco

​ • A la fecha, se han revisado 376 granjas, de las cuales sólo 41 han resultado positivas al virus de Influenza Aviar A H7N3 y 335 permanecen libres de la enfermedad.
• Adicionalmente, se han inspeccionado 299 granjas avícolas ubicadas en 15 estados y en ninguna de ellas se ha observado la presencia de este virus. La evidencia científica apunta a que el virus sigue contenido en la región donde se detectó el mes pasado.

 

El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), reportó que al día de hoy se han entregado 56 millones de dosis de vacuna contra el virus de Influenza Aviar A H7N3 en Los Altos de Jalisco y que antes de concluir la semana se dispondrá de las 80 millones de dosis programadas en este primer lote.
En el reporte elaborado por el organismo se explica que se han vacunado 30 millones de animales de 133 granjas de aves reproductoras, de postura (producen huevo) y de desarrollo (engorda).
La primera etapa de vacunación considera inmunizar a 80 millones de aves; a mediados de agosto se evaluarán los resultados para iniciar la segunda aplicación, a fin de obtener una mejor protección de las aves, explicó el Director en Jefe del SENASICA, Enrique Sánchez Cruz.
La entrega de las vacunas se realiza bajo control y supervisión del SENASICA, lo que permitirá contener y abatir la diseminación del virus a otras granjas cercanas a donde se detectó el brote.
A la fecha, se han revisado 376 granjas, de las cuales sólo 41 han resultado positivas al virus de Influenza Aviar A H7N3, por lo que están bajo cuarentena sanitaria. Las granjas que están libres del virus son 335.
Sánchez Cruz informó que se han otorgado cinco mil 115 Certificados Zoosanitarios de Movilización a granjas que no están afectadas por el virus para que puedan comercializar sus productos, principalmente de huevo para plato, carne, harinas, aves vivas y otros derivados.
Exhortó a los productores a mantener la colaboración con las autoridades sanitarias para evitar la movilización de aves, despojos y gallinaza de zonas afectadas a regiones que se encuentran libres del virus.
El titular del SENASICA explicó que, adicionalmente, se han inspeccionado 299 granjas avícolas ubicadas en 15 estados y en ninguna de ellas se ha observado la presencia de este virus. La evidencia científica apunta a que la enfermedad sigue contenida en la región donde se detectó el mes pasado.
Recordó que aun cuando ya inició la etapa de vacunación, las granjas en la zona de riesgo permanecen bajo cuarentena y aislamiento precautorio, además de que se mantiene el control de la movilización para evitar la diseminación del virus.
El pasado fin de semana, el funcionario federal supervisó la entrega de vacunas en el municipio de Tepatitlán, y sostuvo reuniones con los avicultores de la región para fortalecer las medidas de control y erradicación del virus. Los invitó a reforzar las medidas de bioseguridad en sus granjas y a aplicar las buenas prácticas de producción.
Este virus, reiteró, no representa ningún riesgo al consumo humano y las medidas de control aplicadas en las granjas tienen como propósito proteger la producción avícola de la zona.
Hasta la fecha se tiene una parvada relacionada con el brote de 10.5 millones de aves y se han sacrificado alrededor de seis millones por control sanitario bajo el Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal (DINESA).

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