Eres el visitante número

jueves, 7 de marzo de 2013

¿Son compatibles los parques eólicos y las áreas protegidas marinas?

Investigadores de 39 centros y universidades de más de 20 países, entre ellos el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), investigan cómo pueden coexistir reservas marinas y parques eólicos, en los mares Mediterráneo y Negro.

parques eólicos marinosLas políticas ambientales de la Unión Europea tienen entre sus objetivos proteger aquellos hábitats valiosos por su biodiversidad, pero también producir energía de forma limpia.
El establecimiento de áreas marinas protegidas y de parques eólicos marinos son líneas esenciales de esas políticas pero ¿son compatibles? ¿Puede un parque eólico marino ser una amenaza para la biodiversidad?
Es lo que intenta averiguar el proyecto europeo COCONET, acrónimo de “Towards Coast to Coast Networks of marine protected areas (from the shore to the high and deep sea), coupled with sea-based wind energy potential”.
Investigadores de 39 centros y universidades de más de 20 países, entre ellos el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), trabajan en él para averiguar cómo pueden coexistir ambos, reservas marinas y parques eólicos, en los mares Mediterráneo y Negro.

Los parques eólicos, explica Enrique Macpherson, investigador del Centro de Estudios Avanzados de Blanes del CSIC, parece que perjudican a algunas especies marinas pero no a otras. 

“Los mayores inconvenientes se han relacionado con la generación del ruido y con la alteración de los campos electromagnéticos”.
 Lo segundo perjudicaría a especies que se orientan por esos campos, como los cetáceos o peces migratorios. Sobre el ruido, prosigue Macpherson, “hay que tener en cuenta que el de un parque eólico no es, en realidad, más molesto que el de los motores de barco. Y en un parque eólico no se permitirían actividades humanas, como pesca o actividades deportivas”.
Sin embargo, no se han hecho estudios con especies del Mediterráneo, advierte este científico.
Sí se han hecho, aunque muy pocos, con especies del Atlántico Norte, donde ya existe algún parque eólico marino.
Se sabe, por ejemplo, que especies migratorias, como anguilas o salmones, modifican sus rutas, aunque se desconoce el perjuicio real en sus poblaciones.
“Algunos cetáceos ven alteradas sus capacidades de ecolocación [orientación a partir de los ecos que generan los objetos a su alrededor], pero se adaptan con mayor facilidad a estas alteraciones”, explica Macpherson.
“Las larvas de algunos peces, como los lenguados, no se ven alteradas por el ruido generado por los molinos. En aves marinas, sin embargo, se han detectado efectos negativos en algunas poblaciones. El conocimiento es, por lo tanto, escaso y el reto bastante importante.”

Áreas protegidas en red y transnacionales

El proyecto estudiará todo lo relacionado con la biodiversidad de forma exhaustiva en dos zonas piloto: una, la comprendida entre el sur del mar Adriático y el norte del Jónico; y la otra en la parte occidental del Mar Negro.
Entre otros aspectos, se estudiará la biodiversidad existente, la conectividad de las especies entre las áreas protegidas (facilitada por las corrientes marinas, o a través de corredores biológicos…), su vulnerabilidad y su reacción ante diferentes amenazas (contaminación química, contaminación acústica, presencia de especies invasoras, efectos potenciales del cambio climático, entre otras).
También se estudiarán aspectos económicos y sociológicos, qué beneficios y cambios sociales generan en los lugares donde se han creado estas reservas.
La protección y gestión de la biodiversidad, dicen desde COCONET, se ha centrado hasta ahora en establecer áreas protegidas. Eso es importante pero tiene muy poco efecto más allá de esas áreas.  
El objetivo que se proponen en el proyecto es establecer redes de áreas protegidas transnacionales, de forma que las especies se puedan mover de forma segura entre ellas.
Así, se proponen ampliar las áreas marinas protegidas hacia el interior y hacia el fondo del mar, así como examinar la actual legislación para hallar soluciones legales que permitan establecer redes de áreas protegidas transnacionales.

Ubicación de los parques eólicos

Paralelamente, se investigará en qué zonas pueden establecerse parques eólicos marinos en el Mediterráneo y en el Mar Negro.
Se trata de que los parques eólicos eviten, en principio, las zonas marinas protegidas. Pero existe la posibilidad de que en algún caso los parques eólicos puedan actuar como un punto de conexión entre las diferentes áreas protegidas.
Y es que, al no estar permitidas las actividades humanas en los parques eólicos, se abre la posibilidad de que se conviertan en zonas seguras para las larvas y juveniles de algunas especies, y sirvan para marcar un camino por etapas entre diferentes áreas protegidas.
En el proyecto, que se prolongará hasta finales del 2015, participan muchos países e investigadores de numerosas disciplinas, para conseguir una visión lo más completa posible de la protección ambiental.
Se espera que los resultados sirvan para determinar las mejores zonas para establecer parques eólicos, así como para proponer la red de reservas más adecuada para conservar una de las zonas más ricas en biodiversidad del planeta.

martes, 5 de marzo de 2013

Energías alternativas pueden cubrir necesidades energéticas del país


El crecimiento económico de México está ligado a la capacidad de satisfacer las necesidades energéticas del país, que son básicamente trasporte, industria, uso residencial y agropecuario, coincidieron expertos en la mesa redonda que organiza el programa Hacia dónde va la ciencia, a cargo de la Academia Mexicana de Ciencias, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia, que busca contribuir a la planeación de las actividades de investigación en ciencia básica, ciencia aplicada, desarrollo tecnológico e innovación que se lleven a cabo a nivel nacional, estatal y regional.  
En esta ocasión se abordó el tema del uso de las energías renovables y su potencial en el país, el doctor Edgar Santoyo del Instituto de Energías Renovables (IER) de la UNAM y especialista en el desarrollo de energía geotérmica (que tiene que ver con el aprovechamiento de la energía que emite la Tierra, en especial la roca seca caliente), comentó que México se encuentra en el cuarto lugar a nivel mundial en su uso y todavía se puede incrementar, con la ventaja de ser sistemas que operan practicamente los 365 días del año.  
Por su parte, el doctor Aarón Sánchez, investigador del IER, habló de la energía que se puede obtener del Sol, una fuente inagotable, limpia y gratuita, que puede ser usada en regiones apartadas del país y carentes de acceso a otras fuentes de energía. México se sitúa en un lugar privilegiado en este rubro pues tres cuartas partes del territorio nacional son zonas con una insolación media de 5 kilovatios por hora, por metro cuadrado, por lo que su mercado puede ser gigantesco. España y Alemania son potencias en el desarrollo de esta energía, pues a diferencia de nuestro país, no cuentan con petróleo para satisfacer sus necesidades energéticas, dijo.  
En México, el uso eficiente de la energía en edificaciones es un área poco desarrollada, de acuerdo con Guadalupe Huelsz, quien señaló que el diseño bioclimático debería ser una materia obligatoria en la carrera de arquitectura, pues carecemos de los recursos humanos y de conocimientos para aplicarlo en las construcciones, aun cuando hay áreas de oportunidad en la materia como la creación de materiales envolventes, acabados para techos y muros con nuevos materiales.  
Omar Masera, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM y miembro del equipo del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, que fue galardonado con el premio Nobel de la Paz en 2007, abordó el tema del uso de la bioenergía producida a partir de materia orgánica, como el cultivo de la caña de azúcar, el metano producido por fermentación de residuos orgánicos o la quema de leña.  
En México, 25 millones de personas cocinan en fogones de leña, una fuente de energía muy útil y compatible con el ciclo del carbón; según reportó Masera, quien habló además del proyecto Patsari que se ha aplicado en diversas regiones del país y consiste en estufas de leña eficientes para su  uso en entornos rurales, se han desarrollado 300 mil estufas y la meta es llegar a 600 mil en todo el país.   
El uso de fuentes de energía alternativas es mínimo frente al papel que juegan los hidrocarburos derivados del petróleo, por lo que el reto será diversificar e identificar en cuál región del país es óptimo el uso de cada una de éstas, coincidieron los investigadores durante la mesa redonda, que fue moderada por Julia Tagüeña, directora del IER.  
El proyecto Hacia dónde va la ciencia busca influir en la agenda de políticas públicas del gobierno federal. Las energías renovables forman parte de 10 temas identificados y considerados prioritarios desde las perspectivas académica, sectorial y tecnológica, que se discutirán periódicamente en mesas redondas conformadas por expertos en la materia. Los resultados de estas discusiones se enviarán al jefe del Poder Ejecutivo y a su gabinete.
 

Archivo del blog

Juega Angry Aliens