México, AMC / ciberpasquinero
La historiadora y antropóloga española Consuelo Naranjo Orovio es estudiosa de la historia de las Antillas, región que define como un laboratorio del Nuevo Mundo que utilizaron los primeros conquistadores; una zona de experimentación económica, punto de encuentro de varias culturas: la autóctona, con gran afluencia de la cultura africana llegada de cientos de millones de esclavos africanos, y las europeas colonizadoras.
También un laboratorio social para estudiar el mestizaje y la transculturización, y a la par, la génesis de la historia moderna, el lugar donde empiezan a fraguarse determinados fenómenos que después van a ser trascendentales para la zona del Caribe, como la creación del mundo transnacional, trasatlántico.
Sin duda, este espacio geográfico ha sido de especial interés y fascinación para la investigadora del Consejo Superior de Investigación de España y miembro correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias; un escenario privilegiado para observar la formación de las estructuras económicas, entender cómo se generó y funcionó el comercio atlántico hasta llegar a los temas actuales, y conocer la articulación de las redes culturales y científicas entre España y América.
De este mundo de la colonia española en México, en la cuenca del Caribe y en las Antillas y de sus grandes virreinatos aún se sigue trabajando con mucho interés, se llevan a cabo estudios con enfoques que van desde la economía hasta la organización del poder colonial, lo que habla de una historiografía actual y diversa.
“Pero desde hace unos 30 años existe un grupo de investigadores que trabajamos el mundo contemporáneo con un claro alejamiento de la época colonial. Comenzamos a estudiar, para el caso de las Antillas, el siglo XIX, principalmente, en el que todavía estaba presente el imperio español, y algunos nos hemos aventurado avanzar en el tiempo”, indicó la doctora en geografía e historia.
En España, prosiguió la especialista, se continúa investigando sobre las Antillas en el siglo XX, se sigue haciendo mucha investigación de los últimos años del imperio español en la época colonial, entre otras razones, por el peso económico que estas islas tuvieron en la economía española, Cuba —fundamentalmente— y Puerto Rico, y también por las implicaciones que tenían estas colonias.
Consuelo Naranjo aclaró, sin embargo, que ambas formas de trabajo tienen bastante relación: los historiadores que estudian a España desde la perspectiva contemporánea comienzan a mirar a América porque ven que parte de los problemas y aspectos de la historia española no se pueden entender sin la vertiente americana.
Y lo mismo pasa en América, algunas problemáticas no se pueden comprender si no se conoce también la historia de España.