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miércoles, 13 de marzo de 2013

Materiales para construcción no corresponden con el clima del país



Los materiales para construcción de edificaciones no corresponden con la realidad climática del país: Guadalupe Huelsz
El diseño bioclimático debería ser una materia obligatoria en la carrera de Arquitectura, destacó la investigadora del Instituto de Energía Renovables


“En México dos terceras partes de la superficie del país son cálidas y el uso de ciertos materiales y el diseño de las edificaciones no es acorde con esta realidad.
Estamos lejos de tener espacios confortables, que no requieran sistemas de calefacción o enfriamiento que consuman grandes cantidades de energía”, dijo la doctora Guadalupe Huelsz, investigadora del Instituto de Energías Renovables de la UNAM e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), en el marco de la mesa redonda “La investigación en energía para el futuro de México: Energías Renovables”, realizada en la Universidad Nacional Autónoma de México.
El uso de la energía residencial, comercial y público representa el 18.6% por ciento del consumo final de energía en el país.
La Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía ha hecho público que de esa cifra, el 44% se emplea en calefacción y aire acondicionado, 33% en iluminación y electrodomésticos; 14% en refrigeración y 9% en estufas y calentadores de agua.
Sin embargo, no se tienen las especificaciones de uso por entidades, explicó la especialista en el marco del Programa Hacia dónde va la ciencia, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia.
 “El diseño bioclimático es muy poco estudiado, casi no hay personas preparadas técnicamente en el país, por lo que debería de ser una materia obligatoria en la carrera de Arquitectura. Además, se deberían crear vínculos entre investigadores y profesores de arquitectura, y de ciencia e ingeniería que sean expertos en las áreas de transferencia de calor, dinámica de fluidos y de materiales”, comentó Huelsz.
 La arquitectura bioclimática es el estudio del uso eficiente de la energía en las edificaciones, ya sea bajo un perfil comercial, residencial o de servicios.
Tiene  que ver con el diseño de estructuras que respondan a las necesidades de quienes las habitan y que sean acordes con el clima del lugar para un menor consumo de combustibles fósiles.
 La Política Nacional de Vivienda del actual sexenio contempla, dentro de sus ejes estratégicos, llevar a la vivienda mexicana hacia un Modelo de Desarrollo Urbano Sustentable e Inteligente, por lo que el diseño bioclimático será clave para alcanzar dicho objetivo.
El proyecto íntegro se publicará en 2014 y estará a cargo de la Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), dependencia creada el pasado 11 de febrero de 2013.

martes, 12 de marzo de 2013

¿Qué debemos hacer con los residuos de plástico? El Nuevo Libro Verde abre una reflexión a escala de la Unión Europea


El Libro Verde subraya el papel clave del plástico en muchos procesos industriales y aplicaciones y los beneficios económicos potenciales del incremento de los porcentajes de reciclaje. Dado que la población mundial crece y los recursos naturales son cada vez más escasos, el reciclado de plásticos será una alternativa a la explotación de recursos vírgenes
 El plástico se ha convertido en un material ineludible en nuestro mundo moderno. Los plásticos son versátiles y duraderos, pero esta durabilidad puede ser problemática. Un Libro Verde publicado hoy por la Comisión Europea se propone lanzar un debate estructurado sobre cómo hacer más sostenibles los productos plásticos a lo largo de su ciclo de vida y cómo reducir el impacto de los residuos plásticos en el medio ambiente.
El Comisario de Medio Ambiente, Janez Potočnik, ha declarado: «La gestión de los residuos de plástico es un desafío importante en términos de protección del medio ambiente, pero también supone una gran oportunidad para la eficiencia de los recursos. En una economía circular en la que las elevadas tasas de reciclado ofrecen soluciones a la escasez de materias, creo que el plástico tiene futuro. Invito a todas las partes interesadas a participar en este proceso de reflexión sobre cómo convertir el plástico en parte de la solución en lugar de ser parte del problema.».
Una vez en el medio ambiente, y especialmente en el medio marino, los residuos de plásticos pueden durar centenares de años. Hasta diez millones de toneladas de residuos, principalmente plásticos, van a parar cada año a los océanos y mares de todo el mundo, convirtiéndolos en los mayores vertederos de plásticos.
El plástico se percibe a menudo como un material barato y desechable en nuestra sociedad de «usar y tirar», y los porcentajes de reciclado son bajos. La mitad de los residuos plásticos generados en Europa acaban en vertederos, circunstancia que debe evitarse ya que los plásticos pueden contener componentes peligrosos y su eliminación puede provocar emisiones nocivas y residuos concentrados y contaminantes.
El Libro Verde subraya el papel clave del plástico en muchos procesos industriales y aplicaciones y los beneficios económicos potenciales del incremento de los porcentajes de reciclaje. Dado que la población mundial crece y los recursos naturales son cada vez más escasos, el reciclado de plásticos será una alternativa a la explotación de recursos vírgenes. Para acelerar este cambio, son necesarias mejores condiciones marco para fomentar el diseño ecológico y la innovación ambiental, dando prioridad a la prevención de desechos y al reciclado a la hora de diseñar productos plásticos.
Actualmente, la legislación de residuos de la UE no aborda específicamente los desafíos específicos planteados por los residuos plásticos. Los Estados miembros deben favorecer la prevención y el reciclado frente a otros modos de eliminación, como es el caso de todos los flujos de residuos a que se refiere la Directiva marco sobre residuos, pero es evidente que es necesario avanzar más.
El Libro Verde pretende recabar datos y puntos de vista a fin de evaluar las repercusiones de los residuos plásticos y definir una estrategia europea para atenuarlas. Se invita a las partes interesadas a aportar sus opiniones sobre si debe adaptarse, y de qué manera, la legislación existente para tratar los residuos plásticos y promover la reutilización, el reciclado y la recuperación de los residuos plásticos en los vertederos. También se buscan opiniones sobre la eficacia de posibles objetivos de reciclado, y de medidas económicas como las prohibiciones de vertido, impuestos por vertido y sistemas de pago por generación de residuos. El Libro Verde también se cuestiona cómo mejorar el diseño modular y químico del plástico para aumentar su reciclabilidad, cómo reducir los desechos marinos y si es necesario fomentar los plásticos biodegradables.
Próximos pasos
La consulta, que incluye 26 preguntas, se prolongará hasta comienzos de junio de 2013. El resultado se plasmará en una serie de nuevas medidas políticas en 2014 como parte de una amplia revisión de la política de residuos, que deberá tener en cuenta, en particular, los objetivos existentes en materia de recuperación de residuos y depósito en vertederos, así como una evaluación ex-post de cinco directivas que regulan diversos flujos de residuos.
Contexto
En poco de más de un siglo, el plástico se ha hecho indispensable en la ingeniería moderna y en la producción de bienes de consumo de masas. En solo 50 años, la producción mundial de plásticos ha pasado de 1,5 millones de toneladas al año en 1950 a 245 millones de toneladas en 2008, una tendencia que se espera que continúe. El medio marino es especialmente vulnerable a los residuos plásticos. Los residuos plásticos forman el 80 % de las enormes placas de residuos que hay en los océanos Atlántico y Pacífico y causan daños a las especies marinas, que pueden enredarse con ellos o ingerirlos. La presencia de residuos plásticos, incluso en las zonas más remotas de mares y orillas del mundo, demuestra que debe pagarse un precio por el exceso de residuos plásticos. El plástico convencional también contiene un gran número, y a veces una gran proporción, de aditivos químicos que pueden ser carcinógenos, provocar otras reacciones tóxicas o actuar como disruptores endocrinos.
La vigente legislación sobre residuos ya contiene algunos elementos estratégicos para tratar de resolver los residuos plásticos en el medio ambiente. La Directiva marco sobre residuos (2008/98/CE) se centra en aspectos como el concepto del ciclo de vida, la prevención de residuos en lugar de operaciones con residuos, la responsabilidad ampliada del productor, el diseño de productos, la eficiencia de los recursos y la conservación de los recursos. Por otra parte, la hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos y el 7º plan de acción ambiental, propuesto por la Comisión en 2012, actualmente examinado por el Parlamento Europeo y el Consejo, desarrollan la reflexión además de considerar un objetivo de reducción cuantitativo a escala de la UE para los desechos marinos.

lunes, 11 de marzo de 2013

La mayor parte de la bioenergía se desperdicia en el país

  • Tiene un potencial 10 veces mayor al uso que actualmente se le da, señala Omar Masera
  • En México aproximadamente 70 millones de toneladas de residuos agrícolas o forestales terminan en barrancas
La bioenergía se obtiene a partir de derivados de materia orgánica como la caña de azúcar, la leña, el carbón, residuos de ganado, microorganismos fotosintéticos y desechos orgánicos, las fuentes de abasto son amplias, y entre la escasa utilización actual de energías renovables, abarcan el 77% del consumo final a nivel mundial.
La ventaja de este tipo de energía es que puede producir calor, electricidad, combustibles líquidos (como etanol y biodisel), sólidos (como el carbón o la leña) o gaseosos, como el biogás.
El doctor Omar Masera Cerutti, quien dirige el Laboratorio de Bioenergía del Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM y es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, considera que esta energía tiene un potencial 10 veces mayor a su uso actual en el país, el cual ronda entre los 3 mil 569 petajoules, una medida de calor y energía que se utiliza para cuantificar grandes cantidades (miles de billones de joules).
“En México generamos 70 millones de toneladas de residuos agrícolas o forestales, la mayor parte es tirada en barrancas o, en el mejor de los casos, en rellenos sanitarios; son un problema sanitario, pero bien podrían ser aprovechados y contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, comentó el doctor Masera.
El científico estudia el desarrollo de la tecnología sostenible para comunidades rurales de escasos recursos económicos; por ejemplo, el uso de la leña, uno de los recursos renovables más usados en el país: 25 millones de mexicanos aún cocinan sus alimentos en fogones.

 

Ello le ha generado una agenda de investigación de largo plazo que le ha permitido desarrollar estufas eficientes de materiales diversos como barro, cemento y ladrillo.

 

Hay una revolución tecnológica en el desarrollo de estas estufas; por un lado, se cuecen alimentos de manera eficiente al distribuir el calor para que varias ollas se calienten al mismo tiempo y; por otro, se genera electricidad que permite recargar lámparas LED y celulares, una solución ideal para pueblos que carecen de servicios básicos.
Al respecto, Masera Cerutti, quien forma parte del grupo de investigadores del Panel Intergubernamental de Cambio Climático que en 2007 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, comenta:
 “Deberíamos de tener una política que priorizara el acceso de los servicios energéticos de los habitantes, empezando por los más pobres, pues algunos ni siquiera tienen resueltas necesidades básicas como iluminación, cocción o refrigeración de sus alimentos”, cuando sí existen las soluciones, muchas de estas pueden venir de las mismas comunidades.

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